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Foto del escritorNicolás Serrano

El Desmontar de la Fuerza #1

PRE-INTRO


Desde la salida en 2017 de Los Últimos Jedi, y discutiblemente desde la de este mismo filme dos años antes, Internet se ha llenado de críticos de cine profesionales cantando las alabanzas de unas películas que a mí y a muchos otros nos parecían horrorosas en su artesanía.

Esto obviamente no es algo negativo, cada uno tiene derecho a defender y alabar lo que le venga más en gana, pero a la hora de involucrarme en discusiones sobre la calidad de las mismas frecuentemente me he encontrado con que se usaban argumentos visuales para justificar la torpeza en el guión, o se apelaba a la significancia temática de estas historias como defensa desesperada de sus faltas lógicas. Esto me molestaba bastante en su momento, ya que soy una persona que valora en gran manera la discusión objetiva del arte, o, cuando no objetiva, al menos honesta.

Pero con tiempo y reflexión he entendido que estas pobres defensas del producto se debían en una mayor parte al deseo irracional que todos sentimos a veces (yo en concreto bastante a menudo) de querer justificar como de alta calidad algo que disfrutamos en lo personal.

Así que me parece apropiado abrir este análisis de la primera película de Star Wars distribuida por Disney con un comentario que hará las veces de disclaimer para todo aquel que sienta que estoy intentando invalidar sus emociones y su experiencia personal con este producto:

Tranquilo. Ese no está ni cerca de ser mi propósito.

Tus sentimientos son tuyos y lo único que requiere un sentimiento para ser válido es que lo sientas, así que sería absurdo que yo tratase de “corregir” la forma en la que una obra te hace sentir. Más aún, si disfrutas de cualquiera de estas tres películas, bien por tí. No diré que te tengo envidia, pero no soy tan narcisista como para pensar que todo aquello que no me gusta a mí es literalmente indisfrutable. Yo mismo soy bastante fan del trabajo de Jhon Williams y de las escenas de acción en estas películas (cuando no estoy pensando en cómo destruyen la trama y toda posible sensación de lógica interna), y la dirección cómica de estos dos directores a menudo conecta conmigo, así que si eso es todo lo que tú, querido lector, necesitas para ser entretenido por una obra cinematográfica te deseo toda la felicidad del mundo. More power to you, como dirían los yanquis. Diferentes personas tienen diferentes intereses, y no me siento superior a ti porque el mío resulte ser analizar obsesivamente un guión y tú en concreto no compartas este hobby.

Dicho esto, lamento decir que si no estás buscando una larga discusión sobre esta pieza de cine, o si este análisis te parece excesivamente detallado y al leerme piensas en silencio “buah, este tío debería buscarse una vida y salir a que le dé el sol”, por mucho que tengas razón en esta última parte te voy a tener que invitar a que cierres esta pestaña y busques algo distinto que hacer con tu tiempo.

O no, lo que tú quieras. No soy quién para ir diciéndote lo que tienes que hacer y tengo una política estricta de no censurar comentarios ni tumbar reacciones a mis vídeos. De hecho agradezco todo tipo de crítica, ya sea constructiva o destructiva en intención, siempre que esté sustanciada.

Sea como sea, a los que os hayáis quedado: muchas gracias por estar dispuestos a aguantarme por la cantidad de horas que tome leer esta serie de entradas. Le he dedicado muchos días de mi tiempo y varias revisiones al guión para evitar errores en mi lógica o en mis referencias, pero errar es humano, así que os lo agradecería si usárais los comentarios para señalarme cosas que se me hayan podido pasar.

Es de importancia también definir ciertos términos que usaré como base para mis críticas, tanto en este post como de aquí en adelante, para que no nos encontremos casos de gente peleándose en los comentarios sin darse cuenta de que están usando la misma palabra para decir cosas distintas.

Vamos a por lo gordo: objetivo y subjetivo. Habrá quien diga que el arte sólo puede ser juzgado de forma subjetiva (de hecho creo que es lo que opina la mayoría, incluso dentro de mi sector de YouTube). Pero para decir eso hay que ignorar o desconocer las definiciones de las palabras usadas. De acuerdo, la calidad artística es inherentemente subjetiva, ya que los estándares mediante los que se juzga son personales. Pero cosas como la consistencia de los personajes o la lógica interna del mundo son factores medibles objetivamente, por mucho que su impacto de estos factores en la calidad de la obra sea subjetivo.

Lo que queda sería presentar tus referencias y argumentar cada una de ellas, y cuando hayas llegado a una conclusión objetivamente formada la discusión puede florecer.

Objetivamente formada en el sentido de que juzga hechos objetivos en lugar de experiencias subjetivas, por cierto.

La semántica es complicada, y se complica más aún cuando ciertos diccionarios difieren en sus definiciones. Yo voy a ir con la RAE en esta y declarar a todas las opiniones subjetivas por definición. Puede que en el futuro se me escape un "opinión objetiva" "estándar objetivo" u "objetivamente bueno/malo". Sabed que me referiré a esto. Otros pueden venir con opiniones formadas a partir de datos objetivos y totalmente opuestas a la tuya, y argumentar por qué piensan como lo hacen usando sus referencias. Desde ahí podéis ponderar el peso de cada una siguiendo vuestros propios estándares, e incluso emerger de la conversación teniendo ambos razón en vuestras opiniones opuestas. No hay una fórmula matemática para saber con certeza definitiva si algo es de alta o baja calidad, porque la calidad como concepto no existe si no hay un estándar a la que atarla, y los estándares, como ya he dicho, son subjetivos. Sé que ciertas personas sentimos una necesidad patológica de tener la última palabra en todo y de cerrar las discusiones con un lazo de adamantium para que no se puedan volver a abrir, pero a veces hay que saber tomar media victoria.


Por último, y antes de entrar en terrenos críticos, me gustaría mencionar algunos aspectos de la metanarrativa, por así decirlo, de este post y de los que vienen.

Soy completamente consciente de que ya hay varios compañeros de afición que han dedicado su tiempo a elaborar un análisis a prueba de balas de estas películas, en especial en la comunidad angloparlante, y los he visto prácticamente todos.

Ahora bien, creo que tengo comentarios únicos que aportar con mis posts más allá de ser una versión suecada de MauLer traducida al castellano con una capa extra de pedantería y condescendencia. Me parece que he encontrado problemas que estos críticos no han comentado y que puedo darle cierto toque personal a estas reseñas. Además, el propósito original de estas entradas es servir como escaparate para todo aquel que se pregunte cuál es mi opinión sobre ciertos temas, incluido el yo olvidadizo del futuro. Basarme en el contenido de terceros por completo para definir mi perspectiva me parece poco saludable, así que prefiero exponer mis razonamientos en una plataforma pública seguidos de la evidencia que respalda dichos razonamientos para poder mirar hacia atrás dentro de cinco años y más o menos entender qué pasaba por mi cabeza al decir cosas como que El Despertar de la Fuerza es una mala película. Pero sí, sabed que soy consciente de mí mismo y de mis circunstancias.. Ni me creo original ni creo que deba serlo. Sé para qué es esta serie y, honestamente, me lo he pasado muy bien haciéndola, así que no veo problemas en parecer una copia mala de mucho mejores artistas mientras encuentro mi voz si en el proceso disfruto y me mantengo ocupado haciendo cosas productivas.

Bueno, concluyendo esta pequeña justificación para la existencia de mi canal la pre-intro, empezamos con la intro.


INTRO



Antes de comenzar la crítica me gustaría establecer algunas reglas básicas para ayudar a delimitar este análisis.

La primera de ellas, y discutiblemente la más importante, es que juzgaré esta serie de películas desde un prisma """objetivo""", siguiendo la trama con cuidado y fijándome en los hechos en lugar de estancarme en la reacción emocional que me provocaron. Como ya he dicho, no hay nada de malo en colar apuntes subjetivos en medio de un argumento objetivo, pero tengo un interés especial en mantener esta serie algo más centrada en los hechos del guión, así que por mucho que a menudo transmita mi opinión visceral intentaré sustanciarla a través de datos. Y tranquilos, que esto no hará que este post se vuelva aséptico y clínico. Trataré de equilibrar ambas aproximaciones lo mejor que pueda para mantenerlo interesante.

La segunda es también bastante de peso, y especialmente relevante al hablar de Star Wars: No contaré medios externos a los propios filmes como justificaciones válidas para los errores presentes en ellos. Creo firmemente que una saga de películas debería poder valerse por sí misma, sin necesitar que venga una novelización o libro de lore a ponerle una tirita y besarle la herida. Si contáramos al canon externo a la saga principal como parte inseparable de ésta, las precuelas serían películas mediocres en lugar de malas.

Una discusión sobre el canon como un todo homogéneo es perfectamente válida, sencillamente no es a lo que venimos hoy aquí. Para lo que a esta serie de entradas respecta, las películas son parte de su propio canon, así que todo error o inconsistencia no explicado dentro de ellas se quedará como tal.

Y la tercera y última es que a pesar de trabajar mucho con la imagen, soy ante todo un narrador. Me centraré principalmente en los aspectos narrativos y en el guión, relevando los comentarios sobre la estética o calidad musical de la obra a pequeñas observaciones que usaré raramente para transmitir mi apreciación por este tipo de cosas y para variar un poco el ritmo de la serie. Lo que es seguro es que aquí no tendrán sus propias secciones, como en mi serie de “análisis en profundidad”. Me limitaré a seguir la trama paso por paso, haciendo de una suerte de sustituto para ese amigo pesao que tenemos todos con el que es imposible disfrutar de una peli.

La diferencia es que los dos sabemos que no estás aquí para disfrutar del Despertar de la Fuerza, más bien lo contrario.

Así que agarra tu refresco de preferencia y ponte cómodo, porque esto va a durar lo suyo. O, en el caso de que estés escuchando el vídeo a modo de podcast de camino al trabajo, simplemente disfruta de mi análisis.


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